VPS 1: Que es una VPS?
Posted on January 27, 2025 • 4 minutes • 728 words • Other languages: English
- ¿Qué es un VPS?
- ¿Los VPS no son cosa del pasado? ¿No deberíamos ejecutar todo serverless?
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Esta es la primer parte de mi VPS blog series .
¿Qué es un VPS?
Un servidor privado virtual (VPS) es como tener tu propia porción privada de un servidor más grande en un centro de datos. Imagina alquilar un apartamento en un gran edificio: tienes tu propio espacio y eres libre de configurarlo como quieras, pero compartes la infraestructura del edificio (como ascensores y pasillos) con otros inquilinos.
Con un VPS, obtienes una cantidad dedicada de recursos, como CPU, RAM y almacenamiento, que están reservados solo para ti.
- Esto te brinda la flexibilidad de instalar software, configurar tu entorno y controlar cómo se ejecuta tu servidor, todo sin preocuparte por lo que otras personas están haciendo en sus servidores.
- No es una máquina física en tu sala de estar, está alojada por un proveedor y se puede acceder a ella en línea, pero se siente como si fuera tuya.
La belleza de un VPS es que ofrece un punto intermedio entre el alojamiento compartido (donde los recursos se comparten con todos y pueden saturarse) y un servidor dedicado (donde tienes una máquina entera para ti, pero a un costo mucho más alto). Es una opción sólida para cualquiera que quiera control, rendimiento y previsibilidad sin gastar una fortuna.
Imagen de VPS vs. Dedicated Hosting (4 Key Differences)
¿Los VPS no son cosa del pasado? ¿No deberíamos ejecutar todo serverless?
El término “serverless” es un poco engañoso. Hay servidores involucrados, pero nunca los ves ni los administras.
- En lugar de preocuparte por el hardware, las actualizaciones de software o la escalabilidad, los desarrolladores se concentran exclusivamente en escribir código.
- Los proveedores de la nube (como AWS, Google Cloud o Microsoft Azure) se encargan del trabajo pesado: poner en marcha los servidores cuando es necesario, reparar los agujeros de seguridad, equilibrar el tráfico e incluso realizar copias de seguridad de los datos automáticamente.
En una era en la que la “serverless” es la palabra de moda, es tentador pensar que los (VPS) son reliquias obsoletas de una época más sencilla. Después de todo, ¿por qué lidiar con servidores cuando puede dejar que los proveedores de la nube se encarguen de todo por usted?
Sin embargo, antes de subirse al barco, vale la pena detenerse a considerar si es realmente la mejor opción para tu aplicación (y tu billetera). A continuación, explicamos por qué el VPS todavía tiene su lugar.
El sueño serverless puede convertirse rápidamente en una pesadilla
La computación “serverless” promete una escalabilidad sin igual, pero esa flexibilidad suele ir acompañada de costos impredecibles. Un ejemplo sorprendente de esto salió a la luz hace apenas unos meses cuando cara.app , un pequeño proyecto independiente, se volvió viral. Desarrollada con “funciones serverless” , la repentina popularidad de la aplicación provocó una asombrosa factura de 96.000 dólares para su creador.
Este no es un incidente aislado. El precio de los “servidores sin servidor” se basa en gran medida en el uso y, si bien al principio puede parecer rentable, un aumento repentino en la demanda puede hacer que los costos se disparen rápidamente.
Con un VPS, tienes un costo mensual (o incluso anual) predecible, lo que te da control total sobre tu infraestructura y tu presupuesto. Es posible que no puedas escalar con tanta facilidad como con los “servidores sin servidor”, pero para la mayoría de las aplicaciones, eso ni siquiera es un requisito.
Tu aplicación no es el próximo Facebook (y eso está bien)
El argumento más común a favor de “serverless” es la capacidad de escalar infinitamente para satisfacer la demanda. Si bien este es un gran argumento para empresas con gran demanda como Netflix o Uber, la mayoría de las aplicaciones nunca requerirán ese tipo de infraestructura.
Para la mayoría de los desarrolladores independientes o las pequeñas empresas, el tiempo de espera ocasional durante un aumento repentino de la demanda es un inconveniente menor en comparación con el riesgo de una factura informática insostenible.
Es mejor dar un paso atrás, evaluar su crecimiento y adaptar su infraestructura de manera reflexiva que apostar por una escalabilidad instantánea que tal vez nunca utilice por completo.